jueves, 1 de diciembre de 2011

Maldigo ese día...


Nunca olvidaré ese día. Mi abuela llevaba ingresada 5 días, los 5 días agonizando... pero ella seguía luchando por quedarse entre nosotros. Ese día 1 de octubre de 2011, la noche anterior había sido la peor noche de mi vida, tener a mi abuela en el hospital debatiendo entre la vida y la muerte me impidió dormir. Al día siguiente ya desde por la mañana estube en el hospital, si durmiéndome por todas las esquinas que encontraba, pero en el sitio donde mas tranquila estaba. A las 4 de la tarde, viendo que las cosas seguían igual me obligaron a irme a casa a dormir un rato para luego volver, pero yo sabia, sabia que iba a pasar algo malo cuando sali a la calle y ví que el día estaba gris y silencioso... En la parada del bus la cabeza me daba vueltas, tenía los ojos cansados y yo también lo estaba. Ya en el portal de mi casa, algo malo me rondaba la cabeza... Entré en casa, y mi hermano estaba en la puerta, no paraba de andar, de dar vueltas, de apretarse los puños como si fuera a reventar algo, me miró a los ojos ''ya está...'' con esas dos simples palabras y su mirada, me dijo todo. Di media vuelta, salí a la calle y lo tomé con la primera columna de hormigón que vi... llamarme loca pero la rabia me salía por las orejas, y me fui por donde había venido, fue casualidad supongo, o como dice mi madre mi abuela no quería que viera como se quedaba sin respiración, y como no aguantaba más y cerraba sus ojos para siempre, cierto, no querría que hubiera estado presente. 

Hoy, 2 meses después... también hace un día gris y frío muy frío. Las cosas no han mejorado, puedo sentir como me apretaba la mano inconscientemente en el hospital, como cuando alguien entraba en la habitación donde estaba ella le seguía con la mirada sin darse cuenta... Sigo llorando cada vez que voy a su casa y su sillón esta vacío y la televisión apagada... y sigo llorando cada vez que estoy sola, para que mi madre no me vea. Y echo de menos todos los fines de semana que ella venía y se quedaba en mi casa y dormía en mi cuarto. Y las historias que me contaba de cuando era joven, o tenía mi edad. Cuando me decía que no tenía propina para darme pero siempre acababa sacando dinero de debajo de las piedras si era necesario. Sus comidas, si, lo mejor que he probado nunca. Cuando le daban esos ataques de risa que le saltaban las lágrimas, y los abrazos que casi siempre me daba. Mi madre siempre me ha dicho que yo era su nieta favorita, que siempre era yo la única que iba a verla y le daba besos y abrazos cada 2 segundos y que la hacía reír como nadie, la verdad no lo se, pero si que me quería tanto como yo a ella.

Solo quiero decirle que la echo de menos en todo momento, que casi todos los días hablábamos por teléfono y casi todos los fines de semana le veía y siempre le decía lo guapa que estaba y que ahora se me hace muy duro no hacerlo, que no veo Sálvame desde entonces porque sin ella no tiene sentido criticar a la Esteban, que le quiero y mucho.